La Quinua, El Tesoro de Los Andes

Arte y cultura, belleza y riqueza, son conceptos que dependen íntegramente de la percepción humana y de la construcción social.  Si bien hace siglos los conquistadores españoles valoraban al oro y a la plata como los grandes tesoros de los Andes, desde hace más de dos décadas emergen productos alimenticios como la quinua y la cañahua como los nuevos tesoros.  Estos tesoros empapados de cultura y riqueza nutricional son hoy en día el sustrato de hermosas y sabrosas creaciones en las manos de hábiles artistas de la cocina como Humberto Chavarría y Pierre Van Oost.

La quinua es un grano andino de alto valor nutricional pues posee todos los aminoácidos esenciales, oligoelementos, vitaminas, aceites y fibra.  A diferencia de otros productos vegetales, estos aminoácidos esenciales se encuentran en el grano lo que incrementa la asimilación y reduce las pérdidas debidas al procesado.

La región Andina es uno de los ocho “centros de origen” de plantas cultivadas en la tierra, de donde se difunden productos como papa, maíz, quinua, cañahua, frijol, maní y tomate, entre otros.  La región Andina, particularmente las orillas del lago Titicaca es la zona donde se puede encontrar en forma natural la mayor diversidad genética de quinua cultivada y silvestre en el mundo.  El cultivo de la quinua se extiende a lo largo de lo que fuera una vez el Imperio Incaico por el norte desde la región de Pasto en Colombia, y por el sur hasta Jujuy y Salta en Argentina, alcanzando hasta Concepción y Temuco en Chile.

Al oeste bordeando las regiones costeras en Chile y el margen occidental de la cordillera de los Andes, y al este hasta la ceja de monte donde las estribaciones de la cordillera oriental de los Andes se encuentran con la selva Amazónica.


La quinua crece en alturas que varían desde el nivel del mar en Chile hasta los 4000 m.s.n.m. en las alturas y planicies de los andes.  Esta variada distribución geográfica y climática ha marcado también el desarrollo y evolución miles de ecotipos diferentes de quinuas adaptadas a variados ecosistemas, existiendo quinuas de costa, ceja de monte, valles interandinos, salares y altiplano.
En la actualidad la quinua ha trascendido sus fronteras geográficas de origen, ingresando al mercado mundial como un producto de alto valor alimenticio.  El mercado mundial aprecia principalmente la denominada “Quinua Real” que es un conglomerado de cientos de ecotipos y variedades cuyo centro de origen son los salares de Uyuni y Coipasa al sur del altiplano boliviano.  Esta es la zona de producción más seca, donde caen solamente entre 150 – 300 mm de precipitación, en suelos arenosos y básicos.  Por las difíciles condiciones para la producción en la región de los salares, la “Quinua Real” ha desarrollado características muy particulares.  Son quinuas con el mayor tamaño de grano (pueden alcanzar hasta 2,65  mm de diámetro), tienen un pericarpio grueso y con alto contenido de saponina.

Un estudio profundo de la variabilidad genética de la quinua en Bolivia ha determinado que existen siete sub-centros de diversidad en Bolivia:  un sub-centro en los Salares de Potosí y Oruro de donde es originaria la ‘Quinua Real’, dos sub-centros en el Altiplano ‘Norte’ en La Paz, un sub-centro en el Altiplano ‘Centro’ en La Paz y Oruro, un sub-centro ubicado geográficamente en la transición Salares y Altiplano, y dos sub-centros en los Valles Interandinos de Cochabamba, Chuquisaca y Potosí.  Estos sub-centros albergan una vasta diversidad del cultivo, que se manifiesta en una amplia gama de colores en la planta, inflorescencia y semilla.  Se presentan también distas formas de inflorescencia, variaciones en el ciclo del cultivo, contenidos de saponina, nutrientes y otros compuestos de importancia agroindustrial.

Si bien existen más de 3200 accesiones (ecotipos y variedades) de quinua en la colección boliviana de germoplasma, en la actualidad es apenas un puñado de variedades que se encuentran vinculadas al mercado, poniendo en riesgo la gradual desaparición de esta riqueza genética por falta de uso.  Estudios sobre el valor nutritivo y características agroindustriales de al menos 555 muestras de diferentes ecotipos y variedades han evidenciado que existe un amplio rango de variabilidad en los contenidos de distintos nutrientes.

Características de valor nutritivo – agroindustrial
555 muestras de quinua de Bolivia

SD = Desviación estándar; Análisis realizado por LAYSAA, Cochabamba, Bolivia
Fuente:  Rojas et al. 2010

Esta diversidad de composiciones nos muestra que existe un abanico de posibilidades para la transformación y uso de las distintas variedades y ecotipos de los granos de quinua según sus particularidades nutricionales y agroindustriales.  Existen varios productos derivados de la quinua como harinas, hojuelas, insuflados, fideos, barras energéticas y otros.  Sin embargo, las posibilidades se abren también a productos más elaborados como el aceite de quinua, saponina, almidón, concentrados proteicos y colorantes, avanzando así hacia la industria alimentaria, cosmética y farmacéutica.

Por otro lado, si bien existen algunos estudios específicos sobre el valor nutritivo y agroindustrial del grano de quinua, existe aún un mundo sin explorar en relación a las panojas y hojas frescas de quinua para el consumo humano.  Nuestros antepasados consumían las panojas y hojas de la quinua antes de la madurez del grano, pero esta práctica se fue perdiendo gradualmente.

En la actualidad a través de una iniciativa llevada adelante entre la Fundación PROINPA y la Asociación de Chefs de La Paz, con el apoyo de la Real Embajada de Dinamarca, se han iniciado pruebas de laboratorio y de cocina para evaluar el valor nutritivo y la aptitud culinaria de variedades de panojas y hojas frescas de quinua.  Estas pruebas iniciales dieron excelentes resultados, mostrando el gran potencial alimenticio del material fresco de quinua.  Gracias a la creatividad de los chefs, las panojas de quinua se han convertido en hermosas y sabrosas creaciones, mostrando así una nueva línea de posibilidades para la quinua.

La diversidad genética de la quinua es parte del patrimonio cultural y ancestral de Bolivia y de la región Andina.  El camino hacia su conservación va más allá del establecimiento de bancos de genes o trabajos de laboratorio.
 
La conservación real, efectiva y perdurable se dará únicamente a través del uso, donde la sociedad civil juega un rol central.  La obra de los chefs Pierre Van Oost y Humberto Chavarría, nos muestra claramente este componente de uso, a través de creaciones que le dan vida y sabor a la diversidad de quinua, contribuyendo así a su conservación.

Por los Ingenieros Vivian Polar y Wilfredo Rojas - Fundación PROINPA